Patrimonio cultural
Cueva de Altxerri y pinturas rupestres
Ubicada en un entorno natural impresionante, este sitio ofrece un viaje al pasado con arte prehistórico, ideal para los amantes de la historia y la naturaleza.
Se encuentra a 151 metros de altura, en el monte Beogarate. Desde su descubrimiento, la cueva permanece cerrada, garantizando así la conservación de las pinturas y grabados que se encuentran en su interior. En 1956 se realizaron varias obras y para obtener el material, se abrió una cantera provisional en la piedra caliza situada a escasos metros del caserío Altxerri. En una de las explosiones con dinamita realizadas en la cantera, se abrió un agujero de un metro de ancho y 80 cm de longitud. Desde allí divisaron un largo y enorme agujero hecho en la piedra caliza, que había permanecido oculto durante miles de años. Al principio, la cueva sólo atrajo a jóvenes de los alrededores, que fueron los primeros en entrar allí. Al descubrimiento no se le dio una importancia extraordinaria. Después del descubrimiento no se hicieron más explosiones y la cueva se mantuvo casi intacta. En 1962, varios miembros de la Sociedad de Ciencias Aranzadi vinieron a realizar un estudio espeleológico de la cueva, sabiendo que había unas simas que partían del agujero descubierto años antes. Se han encontrado en Altxerri imágenes de animales, figuras con formas humanas y otro tipo de figuras. La mayoría son figuras figurativas, 110 en total. En concreto, 68 bisontes, 7 renos, 4 cabras, 5 caballos, 4 peces, 2 animales imaginarios, un uro, un ciervo, un oso (sólo una parte), 3 sarrios, una liebre, un zorro, una serpiente, un ave, una figura en forma humana y 9 figuras de otros animales que no se han podido determinar. Además, en una gran pared con arte rupestre se ve también un bisonte, un animal que se parece a un león, y también se han encontrado figuras muy difuminadas de otros animales. Sus pinturas rupestres pertenecen al Paleolítico Superior. Las primeras imágenes fueron descubiertas en 1962. En 2008 la cueva de Altxerri fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Casco histórico
Un destino con mil años de historia, donde sus calles revelan edificios y huellas del pasado, perfectos para los amantes de la cultura y la arquitectura.
Parroquia San Esteban (XV-XVII)
Este histórico templo, con su impresionante arquitectura y rica historia, es un atractivo cultural que refleja la esencia del casco antiguo.
La Ermita y Capilla de Nuestra Señora de Aizpea (siglo XV)
Descubre un lugar histórico con encanto, donde la tradición se celebra cada 8 de septiembre y el arte religioso cautiva a los visitantes.
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Ubicada en un entorno natural impresionante, este sitio ofrece un viaje al pasado con arte prehistórico, ideal para los amantes de la historia y la naturaleza.
Megalitos
Este lugar ofrece una fascinante conexión con la historia antigua, con tumbas colectivas que revelan el legado cultural de civilizaciones pasadas.
Caleras
Descubre antiguos hornos de piedra que revelan la historia rural y su uso en construcción y agricultura, un atractivo cultural único en la región.
Neveras
Descubre un lugar donde la historia y la naturaleza se entrelazan, ofreciendo un vistazo al ingenio humano en la conservación de alimentos y tradiciones.
Parroquia San Esteban (XV-XVII)
Este histórico templo, con su impresionante arquitectura y rica historia, es un atractivo cultural imperdible en la zona, ideal para los amantes del patrimonio.
Ermita de Aizpea y calzada (XV)
Este lugar cautiva a los turistas por su historia, arte religioso y la impresionante talla de la Virgen, todo en un entorno natural único.
Etxetxo
Este humilladero barroco, símbolo local, ofrece un viaje espiritual y cultural, destacando su cruz tallada y un tejado singularmente conservado.
Serorategi (1734)
Este lugar destaca por su arquitectura histórica y su conexión con tradiciones locales, ofreciendo una experiencia cultural única para los visitantes.
Erreroenea (1774)
De gran interés.
Gilisastienea (XVII)
Este edificio histórico del siglo XVII cautiva por su arquitectura única y detalles artísticos, ofreciendo un viaje al pasado para los visitantes.
Ostatu Berri (1735)
Este histórico edificio del siglo XVIII destaca por su arquitectura singular, con sillería, balcones largos y un encantador entramado de madera.
Garagorrienea (1735)
Este caserío del siglo XVII destaca por su fusión de estilos rural y urbano, con una impresionante fachada y una auténtica estructura de madera en su interior.
El ayuntamiento (1563-1852)
Este lugar destaca por su rica historia y arquitectura, ofreciendo a los turistas una experiencia única de patrimonio cultural y belleza natural.